CULTURA METRO
Cuerpos Dóciles
Ha habido en el curso de la edad clásica un descubrimiento del cuerpo como objeto y blanco de poder. Cuerpo que se manipula, que se da forma, que se educa, que obedece.
“Es dócil un cuerpo que puede ser sometido, que puede ser utilizado, que puede ser transformado y perfeccionado”, en el Metro todos los usuarios son concebidos como cuerpos dóciles, todos tienen la obligación de compenetrarse en la Cultura Metro establecida por la institución que convoca a la convivencia en armonía, al buen comportamiento, a la solidaridad, al respeto de normas básicas de utilización de los elementos de beneficio público, al respeto propio y por el otro, entre otros aspectos que son controlados para que se logre desarrollar perfectamente la misión y así el sistema Metro funcione de manera ordenada.

En esta imagen con la norma establecida por la Cultura Metro de “dejar salir es ingresar más rápido” todos los usuarios del Metro de Medellín se convierten en cuerpos dóciles pues se someten a la norma establecida y la siguen para poder acceder a este servicio.
Todos estos métodos de control sobre los cuerpos dóciles se dan generalmente en instituciones donde sea más claro el ejercicio de poder como lo son colegios, cárceles, hospitales, etc. En el Metro de Medellín, se cumple la Cultura Metro sin la necesidad de exigir personalmente a los usuarios, pero es algo que está inmerso en la cultura social y en la mente de las personas que muchas veces se encargan de hacer cumplir esta cultura pues la formación de usuarios metro es una labor basada en creer en el buen espíritu de la gente, en su capacidad para asumir normas y responsabilidades y de participar activamente en la prestación de un servicio que es exitoso en la medida en la que es el usuario quien participa activamente de la realización del mismo, castiga, premia e impone la norma.


La Cultura Metro presenta normas que tienen que ser cumplidas como: no cruzar la línea amarilla hasta que el tren se detenga completamente, escuchar música con auriculares o dar el puesto a una mujer en embarazo, aconducta a los usuarios que utilizan este medio de trasporte y aunque constantemente están repitiendo las normas preventivas que poseen, creando una recordación, además no obligan a nadie a cumplirlas de forma agresiva e invasiva aunque sí no se cumple la norma trae consecuencias penalizadoras como la expulsión del sistema Metro y el rechazo social en el momento.